Uno escribe siempre desde un lugar, un punto en el tiempo y en el espacio. Donde quiere o donde puede. A veces elegimos pasillo o ventanilla, si logramos elegir. Y si no, igual nos toca pasillo o ventanilla.
El lugar condiciona naturalmente lo que escribimos.
Pasen y vean
viernes, 18 de noviembre de 2011
La síntesis
En medio de la cama grande y naranja
que supimos conseguir
reposa nuestro hijo más pequeño.
El cuerpo flojo, entregado a la destreza del aire
Las manos apretadas como un ceño,
que nada se escape
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