jueves, 7 de octubre de 2010

Mensaje

Guardé el mensaje de una amiga por meses
en ese afán de registro tan aleatorio
como lo es la propia memoria
-que pone, saca o clasifica
según las órdenes de un amo ciclotímico-

La memoria una esclava, algo lánguida
que encuentra gusto en el sacrificio

Y el mensaje decía
"aquí limpiamos algunos
otros cocinan
sopa de barro"

De todas las maneras posibles
en que puede dibujarse la escena
en la que mi amiga escribió apurada esas palabras
elijo
un cuadro en el que los niños y sus voces
moldean una memoria nueva
fluida
sin signos de puntuación

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